El gomasio o sal de sésamo es un condimento japonés
muy fácil de elaborar que aporta un sabor exquisito a nuestros
platos y numerosos nutrientes saludables para el organismo. Descubre
cómo hacerlo y cómo utilizarlo.
El gomasio es un condimento japonés a base
de semillas de sésamo y sal marina, muy sencillo de
elaborar, que aporta proteínas, ácidos grasos esenciales,
fibra, calcio, hierro y otros oligoelementos imprescindibles
para el organismo, por eso te aconsejamos que siempre lo tengas a
mano en la cocina, especialmente si tienes hijas o hijos.
Este nutritivo condimento no sólo aporta un sabor
bastante especial a todos los platos, sino que además contiene una
serie de aminoácidos, vitaminas y minerales que tu cuerpo
agradecerá. Eso sí, si queremos aprovechar sus muchos nutrientes
y propiedades terapéuticas, es mejor tener en cuenta a la hora de
elaborar la receta algunos detalles importantes que veremos a
continuación.
La receta: cómo hacer gomasio
Dependiendo del tipo de receta, se pueden utilizar
distintas proporciones con los dos ingredientes principales del
gomasio. Aunque lo puedes encontrar ya fabricado en tiendas
especializadas, te vamos a proponer una receta bastante fiel a la
original, hecha de forma artesanal, con una proporción de siete
partes de semillas de sésamo por una de sal marina.
Para elaborarla necesitarás:
- Una sartén
- Semillas de sésamo crudas
- Sal marina sin refinar
- Un recipiente de vidrio con cierre hermético para guardar el gomasio
- Un mortero japonés (con estrías)
Sigue los siguientes pasos:
- Pon siete cucharaditas (de café) de semillas de sésamo en una sartén sin aceite.
- Caliéntalas a fuego lento hasta que se doren ligeramente o hasta que empiecen a saltar como si fuesen palomitas, moviéndolas continuamente para que se tuesten todas por igual.
- Échalas al mortero japonés para abrirlas, pero procura no deshacerlas demasiado. Haz movimientos circulares en ambos sentidos en forma de espiral. La idea no es triturarlas, sino abrir las semillas, ya que si no se abren pasarán por el aparato digestivo sin ser metabolizadas y saldrán como han entrado sin que puedas absorber sus muchos nutrientes.
- Echa una cucharadita (de café) de sal marina sin refinar en la sartén y caliéntala igual que hiciste con las semillas, es decir, a fuego lento y sin aceite.
- Mezcla los dos ingredientes y guarda la mezcla en un recipiente de vidrio con cierre hermético.
- Una versión alternativa es tostar también semillas de lino y semillas de chía, molerlas y añadirlas al cocktel de nuestro gomasio.
Por supuesto, si son muchas personas en casa, puedes
hacer más cantidad de gomasio, pero te recomendamos en todo
caso que elabores la cantidad que vayas a consumir en una semana más
o menos y hagas una nueva mezcla cada siete días, ya que con el paso
del tiempo las semillas se oxidan y pierden sus propiedades.
Propiedades nutricionales del gomasio
El gomasio es uno de esos condimentos que
vale la pena tener a mano siempre sí o sí. En cuanto lo pruebes te
enamorarás de su sabor, pero lo mejor son sus propiedades
nutricionales que benefician a toda la familia:
- Proteínas. Las proteínas del gomasio contienen una serie de aminoácidos muy beneficiosos para el crecimiento durante la infancia y, en general, para el buen funcionamiento de la bioquímica del cuerpo en personas de cualquier edad. Eso sí, no aportan proteína de alto valor biológico, pues no contienen todos los aminoácidos esenciales.
- Ácidos grasos esenciales. Los ácidos grasos esenciales, que son poliinsaturados, son una de las cualidades más destacables del sésamo, ya que contiene en abundancia, y su consumo regular favorece el buen estado de las arterias y del sistema cardiovascular en general.
- Fibra. Consumir gomasio de forma regular es una buena forma de aportar al organismo la fibra necesaria para mantener los intestinos depurados y a pleno rendimiento. La fibra colabora con la flora intestinal, previene el estreñimiento y ralentiza la absorción de azúcares simples, algo muy importante para personas diabéticas.
- Vitaminas. El gomasio es una buena fuente de vitaminas, sobre todo del grupo B (entre ellas ácido fólico), muy beneficiosas para la piel y los tejidos, y de vitamina E, una de las más antioxidantes que nos mantiene jóvenes y lucha contra el efecto de los radicales libres.
- Calcio. El sésamo es uno de los alimentos más ricos en calcio. De hecho, posee bastante más que la controvertida leche de vaca. Una cucharada de semillas de sésamo al día son estupendas para los niños, para mujeres en menopausia y para mantener una buena salud de los huesos en general.
Beneficios del gomasio
- Alcalinizante. Gracias a su aporte de minerales, el gomasio participa en el equilibrio del PH sobre excesos en el consumo de carne, grasas saturadas, aditivos y otro tipo de alimentos acidificantes del sistema.
- Protege el sistema cardiovascular. Gracias a las grasas poliinsaturadas Omega 3 y Omega 6 del sésamo, el consumo regular de gomasio ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a mejorar el estado de las arterias.
- Aliado del sistema digestivo. Gracias a su gran aporte de fibra, el gomasio ayuda a mantener limpios los intestinos y a conseguir una correcta absorción de nutrientes.
- Fortalece el sistema inmunológico ya que, según la tradición oriental, equilibra las fuerzas yin y yang, siendo el sésamo uno de los alimentos situados en el medio. De hecho, en la dieta macrobiótica, el gomasio es muy utilizado como elemento terapéutico por esta propiedad.
- Antioxidante. Gracias a sus vitaminas, el gomasio es un condimento antioxidante que además revitaliza y combate los estados de cansancio y falta de energía.
- Depura la circulación sanguínea. El gomasio es muy utilizado como depurador general del organismo y de la sangre en particular.
- Contra la depresión. Gracias al triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina que mejora el estado anímico, la depresión, la calidad del sueño y la energía vital.
- Remedio oriental. En oriente se utiliza tradicionalmente contra los mareos y para aliviar el dolor de cabeza, dolor de muelas y dolores menstruales.
- Está riquísimo. Si los anteriores argumentos no te acaban de convencer del todo para incluirlo de manera regular en tu dieta, simplemente pruébalo y deja que el paladar te convenza definitivamente.
Cómo usar el gomasio
- Una cucharadita o dos al día. Simplemente toma una cucharadita de gomasio para beneficiarte de sus nutrientes. Si lo ingieres de este modo, sin nada más, es importante que mastiques bien, ya que la acción de las enzimas salivares es muy importante para metabolizar correctamente sus muchos nutrientes.
- En ensaladas. Una buena forma de aderezar las ensaladas es incluyendo una cucharadita de gomasio por persona. Si además añades nueces y almendras conseguirás texturas muy agradables, un sabor original y nutrientes que tu cuerpo agradecerá.
- En guisos. Cualquier tipo de plato admite una cucharadita de gomasio, tanto si se trata de guisos como sopas o purés. Simplemente añade el gomasio una vez que el plato esté listo.
El gomasio es un condimento muy utilizado
en Japón y en las dietas macrobióticas por
sus cualidades re-equilibrantes. Aunque la medicina y la
nutrición basadas en fundamentos yin y yang nos resulten
desconocidas, lo cierto es que cuando se analizan en profundidad
tienen bastante sentido común. En cualquier caso, no es necesario
sumergirse en estos conceptos para disfrutar de su exquisito sabor y
sus excelentes propiedades nutricionales. Por lo tanto, no nos queda
otra que admitir que tener gomasio a mano para aderezar
cualquier comida es, sin duda, una magnífica idea.
No te pierdas otros condimentos imprescindibles en
la cocina por sus propiedades nutritivas y terapéuticas, como
la cúrcuma con sus propiedades antiinflamatoria y
anticancerígenas o la salsa de soja con sus beneficios en
el proceso digestivo.
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